Vi los tres primeros capítulos de la telenovela sobre Maradona. Y la verdad que los disfruté mucho (si no, no hubiera pasado de medio capítulo, no tengo por costumbre seguir mirando algo que no me gusta).
La verdad que la interpretación del chiquito este Nicolás Goldschmidt me pareció extraordinaria. Yo no lo conozco al muchacho, la verdad, salvo de haberlo visto en las propagandas de ‘Chiquititas’, que nunca en mi vida miré, pero me sorprendió gratamente reitero, la interpretación, desde lo gestual, desde lo motriz. Vos lo ves caracterizado y está parecido a Diego pero lo ves en movimiento y es Diego. Diez sobre diez.
Todos los actores son buenos, eso es otra ventaja. En particular me impresionó la interpretación de Darío Grandinetti haciendo de César Menotti, de las mejores de todo lo que va de la serie para mí. Once sobre diez.
Peter Lanzani como Jorge Cyterszpiller y Pepe Monje como Don Diego compusieron personajes muy tiernos, igual que Claudio Rissi también como Don Diego. Con Doña Tota pasa algo extraño: la interpretan dos actrices extraordinarias, Mercedes Morán y Rita Cortese, pero en el rejunte pareciera que no fuesen la misma persona, lo que no pasa con los actores que interpretan a Diego y sí pasa, por ejemplo, con Coppola.
El hecho de que hayan puesto a uno de los hombres más lindos del país, Leonardo Sbaraglia, a hacer de uno de los tipos más feos del país, Guillermo Coppola, me ofende en lo personal. Pero Sbaraglia y Jean-Pierre Noher no fallan, son buenos actores. Otra que salió ganando y mucho con la actriz que la interpreta es Claudia con Julieta Cardinali, que además de linda es precisa.
Nota de color: quizás esté descubriendo el agua tibia, pero me sorprendieron las hermosas tetorras de Romina Richi. Nunca me había detenido a mirar a esa mina, la verdad, que no me pareció jamás ni por cerca llamativa. Capaz todos sabían que tiene potencial de femme fatale, yo lo acabo de descubrir y la verdad que tiene unas tetas preciosas.
Los puntos flojos para mí fueron en primer lugar el guion y en segundo lugar, la dirección. La escena de la muerte de Perón es un desacierto, están queriendo significar que pasaron cinco años desde que Diego empezó a entrenar, en cambio queda todo juntito como perejil en maceta y da la impresión de que Perón se está muriendo en 1969, sobre todo tomando en cuenta que el actor que interpreta a Diego con nueve y con catorce años es el mismo, y no da para nada el physique du rôle de un chico de catorce. Ahí hay un error de edición que la dirección no advirtió y que le resta a toda la producción.
Después tenés cuestiones sumadas con fórceps que no hacen a la trama y no están bien (sutilmente) incorporadas, como la cuestión de las madres de Plaza de Mayo. No lo de Malvinas, eso tiene sentido, está mejor incorporado a la historia central, pero eso otro me pareció forzado.
El estilo sobreactuado típico del cine de la década de 1970 entiendo que es un recurso estilístico de la dirección para ubicarnos en época, por lo que no me molesta, pero hay algunos actores que lo marcan más que otros —como Mercedes Morán y Laura Esquivel— y eso está apenas desajustado, aunque no me llega a molestar del todo.
En general, lo que no me gusta no llega a ser mayor que lo que sí me gusta, se tomaron el trabajo de elegir un elenco muy bueno, independientemente del ligero tonito progre aleccionador y kirchnerista que sobrevuela toda la producción. Voy a seguir viendo.
Hubo momentos que me conmovieron mucho, como el monólogo de Claudio Rissi frente a un Diego/ Juan Palomino intubado y Pepe Monje cuando ve por la tele que Diego/ Goldschmidt lo nombra cuando firma el pase a Boca.
Ya sé que nadie me pidió opinión alguna, pero ahora está de moda opinar sobre todo. Creo que es un buen producto en general y no me arrepiento de haberme decidido a mirar para poder evaluarlo por mis propios medios.
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