La doble vara de la justicia: de cuánto nos cuesta no anteponer nuestra ideología a nuestra moral

 



En Twitter se hizo viral lo que en la jerga se suele llamar un “bait” —una “carnada”, es decir una noticia falsa destinada a generar reacciones en el público— que afirmaba que se había caído el jucio contra el actor Juan Darthés por la demanda por supuesto abuso sexual gravemente ultrajante presentada por su colega Thelma Fardín. La “noticia” fue publicada por una cuenta falsa que usa el nombre y la foto de perfil del periodista Esteban Trebucq, mejor conocido como “el pelado de A24”, otrora “el pelado de Crónica TV”. Por eso y atendiendo al hecho de que la cuenta verdadera del pelado en cuestión tampoco está oficializada (no tiene la famosa tilde azul que certifica la identidad del usuario) hubo muchos que mordieron la carnada y se creyeron la cosa.


Eso no me extraña, pero lo interesante es el comportamiento del público ante aquella noticia de la que muchos desconocían que era falsa.


Hubo quienes escribieron largos posteos celebrando, asegurando la inocencia de Darthés y la mala intención de Fardín, a quienes unos por poco y otros abiertamente afirmaron que quieren ver en el calabozo a Thelma Fardín por haber cometido el delito de calumnias e injurias. Sabrá alguien más entrenado en derecho que yo si esa figura jurídica sigue existiendo, yo tengo la vaga idea de que fue derogada. Pero no importa, lo que interesa es el desparramo de juicios y sentencias. Véase, la mismísima Doctrina Irurzun de la que hemos venido renegando quienes somos partidarios de hacer justicia en la medida de lo posible dentro del marco de lo que indica nuestro sistema de leyes. 


Porque véase, ese pecado de derogar de facto el principio de presunción de inocencia lo cometen a un lado y a otro de la grieta feminista, no es patrimonio exclusivo de las fanáticas de Thelma Fardín.


El problema de base es esa bendita idea de denunciar un hecho subjetivo como una violación unos diez años después de cometido el delito. ¿Por qué digo que una violación es un hecho subjetivo? Porque se admite de hecho como violación en los términos actuales de la “justicia” con “perspectiva de género” todo contacto sexual con penetración en el que no medie el consentimiento expreso. ¿Tuviste sexo con una persona que se encontraba en estado de ebriedad? Fue una violación porque ella no estaba en condiciones psicológicas de brindar un consentimiento explícito. ¿Te aprovechaste de la vulnerabilidad psicológica de una persona que se encontraba sufriendo una conmoción? Esta podría alegar violación porque su facultad de decidir estaba alterada al momento del acto sexual. El problema es la prueba, porque decir que el otro me violó pero no otorgar prueba alguna de la existencia de violencia es colocar al juez en el lugar de creerle a uno o a otro cuando están enfrentándose la palabra de uno contra la del otro.


Eso desde siempre es así, por eso si alguien te viola lo que se aconseja es que no te bañes ni te cambies la ropa antes de radicar ninguna denuncia en la comisaría. ¿Por qué? Porque es más fácil determinar la existencia de violación en el mismo momento de consumado el delito, a medida que pasa el tiempo las pruebas tienden a escasear. Si vos llegás a una comisaría golpeada, con la ropa interior sucia con sangre o semen y con lesiones vaginales o anales compatibles con una penetración en seco (no consentida, cuando no estás excitada no lubricás ni dilatás y por lo tanto la penetración te va a lastimar) tenés más posibilidades de que quien te violó vaya preso, sencillamente porque en ese momento del proceso las pruebas son visibles por los peritos, no es tu palabra contra la del violador. Claro, también ayuda si hubiera habido testigos o bien registros fílmicos de cámaras de seguridad, por ejemplo. Pero ¿diez años después y sin testigos?


Y sin embargo eso no significa que no haya existido la violación en cuestión o en todo caso el estupro, pero es imposible de determinar. ¿Se ve o no se ve? El hecho de que Thelma Fardín haya denunciado diez años después de los supuestos hechos a Darthés no significa que Darthés sea inocente, solo significa que no hay prueba alguna de su culpabilidad, por lo que amparado en el principio de presunción de inocencia (es inocente hasta que se demuestre lo contrario) sí podría darse el caso de que el violador se saliera con la suya, pero no por inocente sino por presuntamente inocente pues mediando una correcta aplicación de la ley un acusado no debe demostrar su inocencia sino que la querella debe demostrar la culpabilidad del acusado de manera inapelable.


O sea que en definitiva no se sabe y probablemente no se sabrá nunca si Darthés cometió los actos que se le imputan, es por eso que lo más aconsejable es que ante una situación de violación hagas la denuncia convenientemente en el momento, a fin de reunir la mayor cantidad de pruebas posibles de manera de poder meter preso a tu agresor. Porque si te violan es tu obligación demostrar la culpabilidad de tu agresor, el acusado es inocente hasta tanto no se demuestre lo contrario. 


Y entonces uno podría en todo caso cuestionar eso, cuestionar la no prescripción de delitos cuya prueba se diluye en el tiempo. Porque diez años después la ropa ha sido lavada, las lesiones vaginales cicatrizan y quedan tan solo la palabra de uno contra la del otro. Las pericias psicológicas pueden aportar elementos a la causa, pero no son prueba empírica de nada. 


Y entonces decir que Thelma Fardín es una mentirosa que inventó una causa contra Juan Darthés es una contradicción con los propios principios de quienes no quieren que las seguidoras de Thelma Fardín digan que Juan Darthés es un violador y un hijo de puta. Porque la ley es para todos, para eso está. Para la ley Thelma Fardín es tan culpable del delito de calumnias como lo es Juan Darthés del delito de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal: ambos son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.


Vean otro caso mediático, el de Amber Heard contra Johnny Depp. Allí quedó asentado que Depp era inocente de las acusaciones de violencia doméstica presentadas por Heard y se demostró que Heard armó un entramado para inculparlo, además del hecho de que la que cometía violencia doméstica hacia su pareja era ella sobre Johnny Depp y no al revés. No es el caso de Fardín y tal vez no lo sea nunca. 


Lo que no significa que Fardín sea inocente del delito de calumnias, sino que es inimputable de ese delito por falta de méritos para acusarla, no existen pruebas que acrediten que está mintiendo para inculpar malintencionadamente a Darthés de un delito que este no cometió.


Una vez más queda demostrado que nuestra ideología nos sesga completamente cuando se sale de los límites de nuestros valores algún elemento a considerar. En lo personal Thelma Fardín no me cae bien, me parece que desde hace años viene afanando de lo lindo con el curro de género escudándose en su condición de (presunta) víctima. Vamos, que desde hace años que labura de violada y se victimiza en vez de superarse y dejar de dar lástima. ¿Que es posible que de veras haya inventado todo un circo para sacar rédito mediático y económico de la fama de un tercero cuya carrera en el medio artístico se cortó de cuajo desde el preciso momento en que ella radicó su denuncia? Posible pero no probable, en el sentido de que no es un hecho demostrable. O quizás simplemente es una chica a quien un hijo de puta pervertido y enfermo de poder le arruinó su inocencia. Podría ser también, pero todo es igual de indemostrable. La diferencia entre Fardín y otras escrachadoras es que no se limitó a ir a hablar a los medios de comunicación, radicó una denuncia en sede judicial a pesar de lo difícil de probar la acusación… Eso podría ser un indicador de que no está mintiendo respecto de la situación con Darthés, o puede ser fruto de un cálculo premeditado para que justamente pensemos que es inocente porque nadie que sea culpable de calumniar puede ser tan estúpido de meterse en camisa de once varas inventando algo que jamás llegará a buen puerto. 


Indemostrable.


El sistema de administración de justicia existe precisamente por estas contradicciones, para sortearlas. Existe porque lo que es justo para mí puede que no sea justo para el lector y viceversa. Existe porque jamás estamos de acuerdo respecto a lo que es justo, por eso es un error suponer que el sistema de administración de justicia “hace justicia”, su trabajo no es ese sino apenas aplicar la ley. 


Y como dice el refrán, hecha la ley hecha la trampa, pero esto es lo que nos toca, como siempre la paradoja es la misma: ¿preferimos tener a inocentes presos porque no pudieron demostrar su inocencia o a culpables en libertad porque no se pudo probar su culpabilidad? No sé ustedes, pero yo me abstengo de responder a esa pregunta que me presenta un dilema moral serio, prefiero ajustarme a derecho, que es lo más fácil. 

Comentarios

  1. La presunción de inocencia está consagrada en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
    Excepto en feminazilandia
    Y si el hombre resulta inocente debe luego denunciar a la otra parte.. diez años después

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