Aunque nuestros sueños no estén en la agenda




Esta campaña que se está terminando ha sido un verdadero asco para cualquiera que tenga un estómago sensible. A dos días de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, ninguno de los dos frentes que se disputan la mayoría de los votos ha sabido transmitir una idea clara de lo que sus candidatos tienen en mente como propuestas, tomando además en cuenta que se trata de unas elecciones de medio término que tan solo eligen miembros del poder legislativo.

Desde los espacios ajenos a esos dos frentes, las opciones oscilan entre dos polos que se retroalimentan los unos de otros sin que parezca que los candidatos estén pensando por fuera de la rosca y la pelea interna. Los medios de comunicación sirven a ese mecanismo y lo alimentan.

En los últimos días, las redes sociales del portal digital del diario La Nación han publicado una serie de videos en los que lanzaban algunas consignas y ponían a varios precandidatos de la ciudad y la provincia de Buenos Aires a responderlas. Y en esos videos pude ver algunas cosas que me llamaron la atención. 

Por ejemplo, que los trotskistas (Miriam Bregman, Nicolás Del Caño, Manuela Castañeira) eran incapaces de seleccionar algún presidente de la Nación que los hubiera representado, basándose en su presunto “anticapitalismo”. Pero lo llamativo ha sido que la candidata de la antipolítica Cinthia Fernández tampoco pudo seleccionar a nadie pues según ella, los presidentes del pasado son “consecuencia” de lo que sucede ahora, que para ella es sin dudas muy malo. Los opuestos se atraen.

Interesantísima manera de mirar el pasado, como consecuencia de la actualidad. Digno de una película de Robert Zemeckis.

Pero eso no es todo, esta señora tampoco ha querido seleccionar ninguna boleta que bajo ningún punto de vista votaría, cosa que obviamente fue muy del agrado de todos los demás, quienes se apresuraron a elegir a quien jamás de los jamases votarían. Además de Fernández, el único que no quiso meterse en ese juego fue Guillermo Moreno, según explicó, por respeto a todos los colegas y a la representatividad que cada uno de ellos pudiere encarnar de algún sector del electorado.

Fueron los trotskistas y los libertarios los que se apresuraron a acusarse unos a otros de ser cada uno lo peor, y los cambiemitas o comoquiera que se llamen eligieron a los kirchneristas, es decir, minigrieta y maxigrieta. 

Donde no hubo grieta fue en cuanto a los mejores presidentes. Para buena parte del arco cambiemita llamado ahora creo que Juntos el mejor presidente de la historia ha sido Raúl Alfonsín, al igual que para el candidato del Frente de Todos que fue entrevistado. ¿Casualidad? Siempre he creído que no existen las casualidades. Las caras visibles de uno y de otro frente electoral se identifican con el mismo presidente que condujo al país a la hiperinflación y los saqueos.

Javier Milei, el candidato neoliberal de la Capital, elige como mejor presidente a Carlos Saúl Menem en la primera parte de su primera presidencia, es decir, la única en la que puede encontrarse algún rasgo de peronismo antes de que el plan de Convertiblidad se convirtiera en un collar de sandías y el país se rifara del todo.

Y en ese contexto en el que todo se mezcla, en el que las identidades autopercibidas no se condicen con las acciones ni tampoco con la cosmovisión ni la interpretación histórica de parte de la “clase” política, los argentinos aguardamos, por fuera de la discusión. 

Hablando de identidades autopercibidas, de todo el arco político el único que se identifica con el peronismo es Guillermo Moreno, mientras que una vez más, Cinthia Fernández no se identifica con ninguna ideología, pues según ella “la gente” odia a los políticos. Y posiblemente en este estado de cosas eso sea verdad, pero valdría la pena preguntarnos para qué una persona que no entiende a la política como herramienta de cambio de la realidad se postularía a sí misma para ocupar un escaño, declarando abiertamente que no cree en la política, que no cree en los políticos, que no conoce la política, que el pueblo odia a los políticos y que carece de todo proyecto político pero eso sí, pidiendo el voto al electorado. 

Todo un clima de época, sin dudas. 

Lo que está claro es que por fuera de la campaña del peronismo, que cerró al estilo clásico con una caravana en camión que recorrió desde La Matanza hasta Berazategui donde culminó en un acto a cubierto por las copiosas lluvias, nadie más mostró alegría ni ingenio en la campaña, ha sido un rejunte de consignas vacías, subestimación del electorado y en el mejor de los casos, de “propuestas” irrealizables del que sabe que jamás en su puta vida tendrá responsabilidad de gobierno, como los trotskistas y sus aventuras animadas de ayer y hoy, con salarios de cien mil pesos sin que se nos diga cómo se financiarán o reducción de las jornadas laborales sin reducir los salarios, que tampoco se nos dice quién va a pagar en un contexto en el que las empresas no son rentables por el parate en el consumo.

Pero la gota que rebasó el vaso fue la carta abierta del dirigente social amigo de Carolina Stanley y Dolores Etchevehere Juan Grabois, el de la aventura tomatierras en Entre Ríos. 

Grabois dice al electorado del oficialismo que hay que votar por el “antimacrismo” y el “antividelismo”, dando a entender que acaso, tablero ouija mediante, en caso de que el Frente de Todos pierda las elecciones el gobierno caerá en manos de un desmejorado Jorge Rafael Videla, que bien muerto está hace ya varios años. 

Grabois nos dice textualmente lo siguiente: “Hay que ir a votar y meter la boleta del Frente de Todos. Aunque te tengas que morderte los labios (SIC). Es nuestra responsabilidad para con el pueblo. ¿Porque es perfecto? ¿Porque nos enamora profundamente? ¿Porque creemos que este gobierno va a resolver los problemas de tierra, techo y trabajo que agobian a la sociedad? ¿Porque vemos en la conducta de todos los funcionarios la ejemplaridad pública y los principios éticos que quisiéramos? ¿Porque están bien representada la juventud, los excluidos, los laburantes, la gente común?  Por supuesto que no. Hay que votarlos porque es la mejor, la única opción que tiene la inmensa mayoría del pueblo argentino para transitar hacia un futuro mejor”. Es decir: el gobierno no tiene nada bueno que mostrar, pero ojota, que lo de en frente es peor. 

Y eso suponiendo que hubiera algo en frente, que no sea todo la misma cosa como a algunos nos viene pareciendo con más certeza a medida que el tiempo pasa. Nos dice que todo es horrible, pero que lo del otro lado de la “grieta” será peor, si cabe.

Ojo, yo no quiero hacer la reforma agraria ni ninguna de esas estupideces seudomarxistas que propone Grabois, pero él sí, y nos está diciendo que son cosas que no van a pasar, que no las esperemos, porque no tiene caso, aunque de todos modos hay que seguir votando a quienes sabemos que no van a cumplir nada de aquello que el propio Grabois le vendió como esperable al sector que lo apoya.

Pero eso no es todo: el “dirigente” marxista prosigue luego arrogándose a sí mismo la potestad de definir lo que los peronistas queremos y quiénes se supone que nos deban representar. Entonces les habla a Guillermo Moreno y al único peronista que piensa que el pueblo argentino es pelotudo, Florencio Randazzo, y les dice: “Los Randazzo y Moreno, que dejen de chamuyar con el peronómetro. Se morían de ganas de entrar al gobierno y como no les dieron los cargos que esperaban de resentidos nomás van a restar votos. No se crean que jugándola de guapos son más peronistas. Son lo menos. Pusieron primero sus nombres, antes que el Movimiento y la Patria. Conmigo, con nosotros, este Frente de Todos no se portó bien tampoco; sufrimos incluso represiones en varios municipios y provincias gobernados por nuestra propia coalición, ataques internos constantes por nuestros reclamos y un desprecio a los movimientos populares que todavía me llena de indignación. Pero primero la Patria. El domingo voto al frente de todos con las dos manos”. ¿Se ve o no se ve? 1) “Se morían de ganas de entrar al gobierno” y 2) “Conmigo, con nosotros, este Frente de Todos no se portó bien tampoco”. Es decir, que asume sin pruebas que los otros están resentidos por el cargo que a él tampoco le dieron. Nomás hay que dejar que estos personajes deleznables se expresen para que se deschaven solos. 

Grabois representa la cultura del ñocagzo asociado al Estado y al lucro con la desesperación de los desesperados y desesperanzados. Es un enfático defensor de la “renta básica universal”, que es como se le llama ahora al fomento de la vagancia con excusa de crisis. 

No hay trabajo, damos plata, dicen los Juan Grabois del mundo, sin decirle al pueblo lo obvio, y es que de la falta de trabajo no se sale imprimiendo billetes sino garantizando las condiciones mínimas de producción y rentabilidad de las empresas, el valor de los salarios que estimula la demanda y en definitiva, generando más trabajo. 

Los Grabois del mundo quieren que vivamos sin trabajar pero que votemos “con las dos manos” a quienes llegaron prometiendo el oro y el moro y hoy nos dicen que hay que reivindicar el goce, entendido este como el coito desinteresado y sin compromiso, sin que se nos permita soñar. Juan Grabois nos dice textualmente: “Hay que votar al Frente de Todos aunque nuestros sueños no estén en la agenda”. Nos dice eso y no se le cae la cara de vergüenza, nos dice eso y sigue como si nada en su postura de buen tipo y de “referente”, mientras literalmente nos está blanqueando que tenemos prohibido soñar, pero igual hay que seguir votando.

Pero los peronistas sabemos lo que tenemos que hacer, señor Grabois. Nosotros votamos con amor, con esperanza, poniendo en la urna un sobre que lleva en su interior no solo una boleta, sino nuestros anhelos, nuestros planes, programas y proyectos, nuestros deseos y por qué no, nuestras ganas de volver a soñar. 

Nunca vamos a permitir que nadie nos diga que no tenemos que perseguir nuestros sueños, o por lo menos nuestro derecho a soñar. Por acá pasaron Juan y Eva Perón, no hacemos caso de la izquierda funcional al establishment global. 

Comentarios

  1. siempre claro, cortito y al pie, comparto totalmente, me lo llevo, gracias compañera

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